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jueves, 17 de junio de 2010

Una buena limpia

He estado empacando para cambiarnos de casa, mi amiga Aurora me aconsejó que leyera el programa de las 5Ss, un programa japonés, que dice: Primero, separar lo necesario y botar lo innecesario. Segundo, poner en orden lo necesario y tener fácil acceso. Tercero, Limpiar todo muy bien. Cuarto, llevar una rutina de limpieza y verificación. Quinto, proceso de mejora continúa. Me atoré en el primer paso, ¿Qué pasa con las cosas que no son necesarias, pero te gustan, te causan un sentimiento de bienestar o te traen buenos recuerdos?........ Tomé la decisión de cambiar el primer paso y separar lo necesario, lo que no es necesario, pero me gusta y quiero conservarlo, de lo que no es necesario, ni me gusta. Así puedo guardar todo aquello que me provoca bienestar y buenos recuerdos de momentos agradables, creo que no es práctico, pero es necesario para el espíritu. Y puedo decir que esta tarea me esta entusiasmando muchísimo, realmente me siento muy bien de hacer, como diría mi mamá "una buena limpia" en la casa.

martes, 15 de junio de 2010

Un regalo

Estuve buscando casa de un piso para cambiarnos, ninguna me gustaba totalmente, pero, ya estaba a punto de rentar una, cuando unos amigos que se enteraron de nuestro cambio, nos hablaron para decirnos que ellos tenían una casa, que fuera a verla, fui con Gaby que me acompañó, me encantó, cuando les pregunto cuál es el precio de la renta, me dicen: "No la rentamos, la prestamos a la familia y a los amigos que la necesitan". ¡Fue verdaderamente una sorpresa! ¡no lo podía creer!! yo sabía que ellos son muy generosos, pero, no imaginé que a ese grado, me dio pena, creo que no me enseñaron a recibir, me siento mejor cuando doy que cuando recibo, sin embargo, pensé, debo ser humilde para recibir, creo que tengo que aprender a recibir las bendiciones a través de los buenos amigos. A veces me pregunto si las desgracias que nos suceden son una oportunidad que Dios nos da para que aflore lo mejor de los seres humanos, la generosidad, la compasión y el amor.

sábado, 5 de junio de 2010

Ya en casa

Hace quince días que llegamos a Chihuahua, las montañas pelonas del desierto nos dieron la bienvenida y me sentí triste a pesar de que Gaby fue a recibirnos y tenía muchas ganas de verla, se mezclaron alegría y tristeza, casi lloro...... Logramos subir a Juan en la silla de ruedas a su recámara con la ayuda de Ricardo y otro empleado de la oficina. Ha permanecido en el piso de arriba desde entonces, todo este tiempo lo hemos dedicado a organizarnos y seguir las rutinas de la vida diaria, ya tiene un enfermero que le ayuda en todo aquello que por su parálisis él no puede hacer y le está haciendo ejercicios en sus piernas constantemente, también está tratando de involucrarse nuevamente en el trabajo, desde ahí atiende los asuntos y tiene de oficina una de las recámaras. Realmente admiro su tenacidad, su intento de adaptarse a esta nueva vida, de seguir adelante y lograr caminar de nuevo. Estamos planeando cambiarnos de casa, a una de un piso y sin escalones, para que pueda hacer su vida normal y recibir terapia.