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lunes, 14 de noviembre de 2011

La vida sigue

La vida sigue y a veces ya ni me acuerdo que Juan está enfermo, pero, en otras ocasiones, me sigo llenando de compasión cuando lo veo acostado en su cama o batallando para pasarse a su silla de ruedas. Sin embargo, damos Gracias a Dios porque cambió de terapeuta y eso ha sido un gran acierto, el nuevo le ha ayudado muchísimo, es un jóven muy comprometido con su trabajo, inteligente y creativo, le ha puesto nuevos ejercicios y ha tenido muy buenos resultados.

Hay dos acontecimientos importantes que no he registrado en este blog y quiero hacerlo ahora, uno, en Septiembre del 2011, cuando fuí a la gruta de Naica a ver los cristales, viaje que le agradezco a mi amiga Rosy, que un día antes, a las 10 de la noche me invitó y sin poder pensarlo mucho me animó a ir a ver esa maravilla de la naturaleza que disfruté enormemente. De regreso se nos hizo tarde, yo estaba preocupadísima por Juan, le llamé por teléfono varias veces, el me contestaba que estaba bien, pero, cuando llegué lo encontré ya acostado en su cama, él solito se había pasado de la silla de ruedas a la cama, me llené de alegría, como una mamá que descubre que su niño ya puede hacer las cosas por sí mismo ¡rompimos la codependencia!!! los dos nos dimos cuenta que ¡sí puede solo!!!!!

El otro es que decidí tomarme vacaciones y me fuí con mis primas Paloma y Tere a Cancún en Octubre del 2011, ese regalo se lo debo a mi amiga Martha Uranga que falleció hace dos meses, ella también cuidaba a su esposo paralítico, me había confesado que estaba muy cansada, yo le aconsejé que tomara unas vacaciones, sin embargo, ella con un alto sentido del deber, no se atrevió a dejar a su esposo, se enfermó y en un mes murió de una gripa mal atendida de mucho tiempo, se le colapsaron los pulmones. Sé que cada uno tiene su propio tiempo y que los designios de Dios son inapelables, pero, no puedo dejar de pensar que murió por no tomarse en cuenta a sí misma. Eso me hizo reflexionar mucho en la codependencia que se crea con un enfermo, en cómo uno puede pensar que es indispensable y situarse un lugar muy arriba, en un pedestal, del cuál, después no puedes bajar, en cómo el atender a un enfermo puede convertirse el único sentido de tu vida, en una defensa para no vivir la propia existencia, sé que en ocasiones eso me ha pasado a mi cuando me lleno de orgullo poco saludable y me siento superpoderosa, o me felicito por cumplir con mi deber a pesar de mi misma. Me imagino que también a Juan le afectó la muerte de Martha, porque un día que me vió muy cansada me dijo: Vete de vacaciones con tus amigas.....
Sé que fue algo difícil para él decidir quedarse solo, la separación fue un gran esfuerzo para ambos, sin embargo, cuando regresé me encontré con la agradable sorpresa de que ya tenía un andador y podía dar pasos por la casa. El otro día no pude evitar llenarme de alegría y felicidad, cuando llegué de la calle y lo encontré esperándome en la puerta parado con su andador. ¡Qué ternura!!!

martes, 9 de agosto de 2011

La esperanza


Aunque sé que escribir sana y me hace ver las cosas de manera positiva, de nuevo hace tiempo que no lo hacía. Los compañeros del Curso de Arteterapia abrieron un blog, al cuál me integré y al hacerlo apareció "Desde Houston" como diciéndome, ¡aquí estoy escribe!!!. A veces se me olvida todo lo que pasamos y qué bueno, pues eso es señal de que ya estoy de nuevo involucrada en la vida, sin embargo, la enfermedad de Juan es el presente, todos los días va a su terapia, todos los días me dice algo relacionado a su parálisis, o a sus dolores. Acabamos de llegar de Houston, fuimos a que tuviera una valoración, fue muy positivo, pues nos dijeron que la médula ya está desinflamada, lo cuál es bueno, porque ya no tiene la enfermedad, ya está curado, pero, también nos preguntamos, ¿por qué le duele todavía, por qué tiene espasmos y dolores, por qué no ha logrado caminar? Los doctores no tienen la respuesta, en realidad nadie sabe cómo va a responder su médula y si algún día va a caminar, pero, nosotros seguimos con esperanza, nadie puede quitárnosla, no podríamos vivir sin ella.

miércoles, 27 de abril de 2011

Un Bardo

A veces pienso y me doy cuenta ¡cuánto ha cambiado mi vida......! La enfermedad de Juan ha sido como un "bardo", lo que los budistas dicen de un acontecimiento muy importante en tu vida que pone en juego todas tus capacidades para sobrellevarlo, pasarlo, brincarlo, enfrentarlo, etc. Y claro que, después de ese acontecimiento, mi vida no es igual, pero, mas que nada lo que ha cambiado es mi perspectiva de ella, el cómo dimensionarla. Y puedo decir que debo de estar agradecida por todos los aprendizajes que he tenido, he confirmado el sentido de impermanencia, lo frágil que somos, lo vulnerables y lo expuestos que estamos, estoy agradecida a la enfermedad de Juan, pues me ayudó a estar consciente de la importancia de aceptar los cambios, a darme cuenta de que lo único valioso es el amor y como éste puede tener muchas facetas, ahora puedo decir que tengo una nueva perspectiva y el tener nuevas dimensiones en la conciencia amplió y profundizó mi panorama de la vida.

martes, 5 de abril de 2011

Un nuevo significado

Abril 5 del 2011


Dar un nuevo significado a lo que estamos viviendo, ¿cómo ver la enfermedad no como algo maligno, cómo verla desde otro punto de vista, desde otra perspectiva?, el Evangelio dice que la enfermedad se da para que se manifiesten las obras de Dios (Juan 9 1-41), tal vez se de un milagro y Juan vuelva a caminar....esa sería una manifestación de Dios, pero.....tal vez no recupere su marcha nunca.... y sin embargo, Dios se ha manifestado en nosotros desde que se enfermó, pues, puedo decir que ha estado presente en mi interior dándome fuerzas para luchar y lograr llevarlo a Houston, para cambiarnos de casa y seguir adelante con nuestra vida. Ha estado presente, al ampliar mi perspectiva de lo que es el amor de esposa y aumentarlo, lo he sentido en muchas ocasiones cerca de mi, cuando los hijos están con nosotros, cuando vienen por él sus amigos y se lo llevan a su reunión, porque la enfermedad ha despertado en todos nosotros actitudes más nobles y amorosas.

Dios se ha manifestado y ha estado presente en mi vida mas plenamente con la enfermedad de Juan, puedo estar agradecida.

sábado, 2 de abril de 2011

Escribir Sana

Abril 2011

Hace tiempo que no escribo, podría decir que he estado muy ocupada, lo cuál es cierto, pero, no es la razón, porque si hubiera querido me hubiera dado el espacio para hacerlo. Lo bueno es que he regresado, asistí a un taller de Ontoescritura: escribir para sanar. Y descubrí que intuitivamente he utilizado el escribir, para darme una explicación de lo que está ocurriendo en mi vida, para encontrar un sentido o un significado a la enfermedad de Juan, para intentar contarme una historia mejor que la realidad, escribo para que lo que estoy viviendo me sea más llevadero y estoy de acuerdo en que escribir, sana, por eso voy a seguir escribiendo y reescribiendo mi historia, lo necesito.